agosto 24, 2011

¿Lucrar con la violencia o un acto de terrorismo?

Avenida Pino Suárez en sábado. El bullicio de las compras en puestos ambulantes. Lentes Dolce & Gabbana de a 20 pesos, playeras Ralph Laurent a 60 y la colección de Los Tucanes en mp3 a 10.

Envueltos en bolsas de celofán y con una impresión en papel de la imagen de la portada, en un puesto cualquiera se vende películas piratas en DVD. Junto a Casino Royale y Alguien tiene que ceder leo un título un poco distinto: zetas vs sicarios 2.

-¿A cómo los discos?

-A 10 el que te guste.

-¿Ésta de qué es?

-Es un video documental con imágenes reales de ejecuciones –responde la mujer que atiende el puesto. No debe tener más de 25 años.

-Ah –es lo único que digo y la miro. Ella sólo aprieta los labios y afirma sin convicción con la cabeza.

Documental, repito en mi cabeza. La portada tiene un +18 sólo para mayores de edad. Como en las películas originales, en la parte inferior de la contraportada vienen los extras del DVD: idiomas, subtítulos, casting, hasta trae la dirección web de Universal Studio y por su puesto escenas del contenido, imágenes sangrientas.

La portada es para quitar el sueño. Dos fotos. En la de arriba un hombre sin vida tendido en el suelo, maniatado al frente, amordazado y sin ropa. Parece que mira a la cámara. Los ojos abiertos, redondos redondos. En su rostro la expresión dolorida del último grito que no alcanzó a dar, ahogado por el trapo blanco manchado de rojo que tiene en la boca. Y cómo no iba a gritar si su cuerpo fue cruelmente adornado con 30 cuchillos clavados en todo su largo. Tres en el rostro: junto al ojo, en el cachete y en la comisura de los labios. Costras de sangre seca por todo su cuerpo. El sol cae radiante y de costado. Pies de curiosos a su alrededor.

La segunda foto de la portada, la de abajo, es más sencilla de describir y a la vez más aterradora, grotesca. Se trata de una mujer acostada sobre una sábana blanca. El cabello enmarañado cubre su rostro, la blusa levantada con violencia deja ver el brasiere; más abajo su brazo cruzado a la altura de la boca del estómago y luego su ombligo ya no aparece, sólo hay vísceras, piel desgarrada, carne roja sin forma, desparramada.

Entre una foto y otra el título: zetas (en color verde) vs (en blanco) sicarios (rojo) 2 (en amarillo).

La portada podría quitar el sueño, o quizá ya no, no al menos para ciertas personas.

-¿Y se vende bien?

-Pues a los que les gusta todo esto sí las compran.

¿A quién puede gustarle “todo esto”? ¿Qué es “todo esto”?

-Ha de estar fuerte –le digo.

-Sí, algo.

Algo, pienso.

-¿Tú ya la viste?

-No, esa no. Vi la uno, y sí está fuerte. Pero esa, no. Además, como luego tengo aquí a mis niños no puedo estar viendo eso.

Tiene niños…

Me llevo Casino Royale y zetas vs sicarios 2, tengo curiosidad. Interés profesional, me engaño a mí mismo.

Ya en casa dejo el sádico DVD en el librero de mi cuarto. No me atrevo a verlo. No es tan fácil como pensé. La retórica de la ética me satura. Pienso en la madre de la mujer de la portada, en el hermano del hombre de la portada, ¿habrán visto ya esta escalofriante producción clandestina?, ¿qué habrán sentido al ver las imágenes de la manera en la que murieron sus familiares reproducidas masivamente? En el conteo diario que los medios llevan sobre el número de ejecutados hace falta dignificar a los muertos.

Al quinto día, para el jueves, quizá una vez que superé las nauseas que me provocaba la portada, pude armarme de valor y sacar el disco de su envoltura de celofán. Pos suerte el DVD era como todos los demás: redondo y blanco.

Inicié la reproducción en mi laptop. El primer clip es realmente impactante. Se trata de una grabación tomada del blogdelnarco.com, ese espacio en la red de redes creado por un estudiante del Tec y que poco a poco ganó fama hasta convertirse en una página a la que llega información, principalmente fotos y videos, sobre los combates derivados del narcotráfico que no se pueden publicar en otro lugar. Primero fueron reporteros los que pasaban las fotos que los medios no publicarán, luego los mismos agentes de las fueras de seguridad filtraban las fotos, los videos; actualmente hasta personas dentro de las estructuras criminales mandan los archivos al blog que tiene la primicia de no atribuir a nadie la autoría de las imágenes.

Pero sólo el primer video es realmente fuerte. Se trata de la grabación de una decapitación luego de un interrogatorio. Los demás clips son tomados de noticieros de medios como Milenio TV, Televisa y TV Azteca. Más de una veintena de pequeñas notas de no más de 3 minutos. También narcocorridos y canción de hip hop.

¿Quién produce estos DVD? ¿Y con qué objetivo? ¿Sólo para lucrar con la violencia y el morbo, o con algún tipo de fin mediático? El nombre en sí es algo digno de analizarse. Zetas vs sicarios. Es decir, quien tituló así la producción quiso hacer una diferenciación entre los sicarios, asesinos a sueldo, y los integrantes de la banda criminal Los Zetas, creada por ex militares inicialmente como brazo armado del Cártel del Golfo.

¿Este tipo de discos podrían considerarse un acto de terrorismo?

junio 15, 2011

CIRUJANO DE GUITARRAS

Mario Nava fue uno de los pioneros en impulsar el oficio de laudería en el Centro Histórico de la Ciudad de México

Nancy Zamora

“La mejor guitarra es como la mujer, puede ser bonita, fea, joven o vieja, pero hasta que la enchufas, sabes si es la que te va a hacer feliz”, es la frase con la que sus amigos y clientes, conocen a Mario Nava.

“Artesano de guitarras” como se define él mismo, Mario es licenciado en Administración de Empresas, egresado de la UNAM. Trabajó muchos años en corporativos como Cervecería Cuauhtémoc y refrescos Pascual.

Fue después de la crisis económica de finales de los ochenta, “una época muy difícil”, asegura, cuando decidió renunciar a su cargo como gerente para independizarse y poner su propio negocio.

GUITAR HOSPITAL / "HOSPITAL DE LA GUITARRA"

En 1989 abrió Guitar Hospital (Hospital de la Guitarra), ubicado en la calle de Mesones y Bolívar en el Centro Histórico -las calles por antonomasia donde se consiguen instrumentos musicales-. En este hospital no hay enfermos terminales, sino guitarras eléctricas y acústicas, y bajos de distintos colores, marcas y diseños, que no requieren de anestesia, pero sí de un buen cirujano.

Aquí no es raro ver una guitarra sin cuerdas o un bajo eléctrico sin pintar. De hecho, lo más común en esta “sala de urgencias”, es ver instrumentos desarmados y convalecientes, como brazos de guitarras sin cuerdas y separados de sus cuerpos, que esperan su turno, para que Mario los tome y les de vida con sus manos.

Estantes con herramientas, materiales de refacción, tornillos, maderas, una que otra guitarra autografiada, pósters y fotos de artistas como Elvis Presley, Chuck Berry, Joe Satriani o Steve Vai, decoran las paredes. En una de ellas, cuelga el título profesional de Mario.

“Tuve la suerte de estudiar una carrera universitaria, ejercí y me fue muy bien, pero cuando empezó duro el desempleo, decidí cambiar de cachucha”, confiesa.

“Pero ¿qué se hacer?”, se preguntó y de inmediato se dijo a sí mismo: “creo que soy un buen artesano”.

Mario, nacido en Coatepec Harinas, Estado de México, recuerda que cuando era adolescente le gustaba “meterle mano a los instrumentos”. Esta inquietud y la falta de dinero, lo motivaron a fabricar una guitarra con sus propias manos, misma con la que “tocaba en un grupo de rock en la prepa”.

Su gusto por la música siempre fue un hobbie. “Cuando me titulé, en 1973, era mal visto que un licenciado tocara la guitarra”. Pero esto no fue un obstáculo para que Mario siguiera su pasión.

Con sus quincenas tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos, donde compraba instrumentos y accesorios que difícilmente se conseguían en México. “Me traía refacciones, pastillas y botones para arreglar guitarras”. Fue así, que poco a poco se fue dando a conocer.

“Hoy hay muchos que reparan guitarras, pero cuando llegué al Centro, hace 21 años, era el único”.

Mario asegura que sus clientes le tienen confianza. “Saben que lo que yo les ofrezco es mi experiencia y haber reparado muchas guitarras antes”.

A su local van músicos, doctores, abogados, ingenieros, pilotos y amigos “muchos de ellos tocaron la guitarra hace años y quieren volver a hacerlo o que sus hijos empiecen”.

Don Mario, de 63 años, platica que tiene clientes que vienen de provincia, principalmente de Querétaro, Veracruz, Tlaxcala, Pachuca, Morelos y Guerrero.

“CUESTIÓN DE QUE LE ECHES UN OJO”

Cuando un cliente entra por primera vez a Guitar Hospital, Mario Nava no duda en decirle “sólo es cuestión de que le eches un ojo a mi trabajo”.

Se refiere a que el servicio que él ofrece no sólo consiste en la reparación, la restauración y el mantenimiento del instrumento, sino en darle una virtud adicional al aspecto sonoro.

“Hacemos que la guitarra pase de ser un palo bonito que suena, a ser un instrumento musical”.

Lo que más le llegan son guitarras y bajos eléctricos. Por octavarlos y afinarlos cobra 200 pesos, por cambio de pastillas sólo cobra el material, y por cambiar las cuerdas, prefiere orientar al cliente para que lo haga él mismo.

“Cuando fabrico una guitarra completa, el precio varía entre 15 y 20 mil pesos, dependiendo del tipo de madera, pastillas y herrajes”.

Mario arregla entre cinco y veinte guitarras al día y generalmente las entrega horas después de su reparación.

“En lo primero que me fijo es que la guitarra esté ajustada y octavada, que coincida la distancia entre la pastilla, el brazo y la cabeza”. Pero asegura, “que a veces las guitarras mienten”.

Con un tema de jazz que suena de fondo, Mario confiesa que no tiene una técnica de trabajo, sin embargo, sus pequeñas manos le ayudan para “dejarle cómodas las guitarras a los clientes”.

Las herramientas que utiliza son: un afinador, un cautín, tornillos y unas llaves Allen --pinzas para ajustar la tensión del diapasón—.

Con la guitarra sobre las piernas –como prefiere trabajar porque en la mesa no se acomoda—, explica que los tipos de madera que utiliza para hacer una guitarra son: fresno y caoba para el cuerpo, y maple, para el brazo. Estas generalmente las importa de Estados Unidos.

“Una buena madera da saborcito al sonido, pero si la guitarra no está bien ajustada, no sirve de nada, más que para colgarla”.

Don Mario hace de todo menos pintar los instrumentos. “Los mando a un taller en Tlalnepantla porque en el Centro está prohibido pintar con poliuretano, ya que se contamina el medio ambiente”.

DE POQUITO A POQUITO

Cuando inició el negocio, Mario se tomaba fotos con músicos famosos que frecuentaban su local y las colgaba en la pared. Eso le sirvió de promoción y para ganarse la confianza de sus clientes.

La gente pensaba que si le arreglaba la guitarra a Alex Lora, “entonces no era tan tarugo”. Porque eso sí “el músico es muy desconfiado, te puede prestar a su novia, pero no a su guitarra” asegura.

“Los primeros años fueron muy difíciles, no alcanzaba ni para la comida”. Ahora el negocio, donde a veces le ayudan sus hermanos y sus hijos “ha ido creciendo de poquito a poquito, y gracias a Dios, hoy no nos falta nada”.

Mario continua coleccionando las fotos que se toma con sus clientes y prácticamente no hay lugar en la pared que quede vacío.

Artistas como Natalia Lafourcade, Alex Lora, Molotov, Fobia, Moderato, El Haragán, La Gusana Ciega o Los Amantes de Lola, decoran el espacio y representan el trabajo, la confianza y “la amistad que he ganado con la gente”.

“El nombre de Guitar Hospital lo puse de cotorreo” confiesa. Pero “por si acaso”, a sus clientes les regala un paquetito de condones con una etiqueta que dice: “para el cuidado de tu equipo” y al reverso, los teléfonos de esta pionera sala de emergencias.

GUITAR HOSPITAL

Mesones 20, casi esquina con Bolívar.

5709-4691 / 5709-6557

M. Isabel La Católica

febrero 06, 2011

"En la intimidad con la familia Hank Rhon"


María Elvia de Hank, un libro que busca la autoexploración y la crítica social desde una perspectiva documental.


Nancy Zamora


Yvonne Venegas, artista visual oriunda de Tijuana, Baja California, presentó su obra más reciente “María Elvia de Hank”, un ensayo fotográfico que reúne una serie de imágenes que revelan momentos frágiles y la vida cotidiana de la familia Hank Rhon. Con este trabajo, en el que participó como observadora a lo largo de cuatro años, obtuvo el premio Magnum Expression en 2010, uno de los reconocimientos más importantes a nivel internacional. La fotógrafa nos platica sobre su experiencia de plasmar una realidad sobre una de las mujeres más importantes de la sociedad tijuanense.


¿Cómo surgió la idea del libro María Elvia de Hank?

Desde hace como ocho años, que visité por primera vez el terreno de los Hank, me fascinó. Es un lugar con un grupo de gente que me parecía tenía que permanecer en la historia de una manera visual por las expectativas que giran en torno a ellos. Me pareció interesante atravesar todas las opiniones que podía tener al respecto, y poder transmitir una opinión personal de la familia a través de imágenes. Para ello tuve que aprender a negociar con la familia y su entorno. Me atrajo el reto de realizar un proyecto documental que pudiera tener acceso a la gente y pudiera permanecer para la posteridad a través de un libro.

¿Cómo fue tu acercamiento con la familia?

Conozco a María Elvia desde niña. Ella fue cliente del estudio fotográfico de mi papá desde muy joven. Mi interés con su espacio y su familia surgió muchos años después, cuando retomé el contacto con la familia. Ella me invitó a tomar fotos de la boda de su hija; entre los eventos que hubo, le propuse que hiciéramos un libro y le interesó.


¿Cómo logras la intimidad con ellos, el retrato transparente de su entorno?

Más que nada fue por tomar muchas fotos. Me interesaban los momentos donde la gente no estuviera preparada para una foto. Un momento entre lo “perfecto” y el "error", eso es lo que yo considero “intimidad”.


Tus fotos exponen detalles curiosos en distintas situaciones. ¿Hubo censura en tu trabajo?

No tuve problemas, ni censura. Este trabajo lo hice durante mi embarazo y lo disfruté mucho. Una persona me acompañaba mientras tomaba las fotos, pero era más que nada para ayudarme a conocer el ambiente y presentarme a las personas que me interesaba retratar.


¿Qué es lo que quisiste reflejar con esta mirada fotográfica?

Me interesaba que las imágenes develaran algo que sobrepasara lo superficial. Al final creo que el trabajo transmite la fragilidad humana, algo que reflejara lo que somos, sin importar dónde nos tocó vivir.


¿Hubo algo que te hubiera gustado fotografiar y que no lo hiciste por alguna razón?

Yo creo que pude haber pasado más tiempo fotografiando su espacio, pero no por ello digo que me faltaron cosas por retratar. Siempre uno se queda con la duda de los momentos que se pierde Yo estoy muy satisfecha con el libro y la edición final, pues siento que dice lo que yo quería decir.

¿Qué fue lo que más te gustó hacer de este proyecto?

El acceso que recibí, la posibilidad de estar tanto tiempo tratando de entender y formular un lenguage para decir lo que me había propuesto. Creo que eso es un lujo que no necesariamente podemos gozar en cualquier lado y con cualquier gente, especialmente de un grupo de personas que no tienen la necesidad de hacerlo.


¿Cuál fue tu mayor reto?

Lograr filtrar mi voz a través de las espectativas que giran en torno a la familia. MI trabajo de autorreflexión para encontrar la manera de decir las cosas, o sea, encontrar un estilo.

Has ganado otros premios como la “Bienal X de Fotografía” por tu serie “Las novias más hermosas de Baja California” ¿Por qué retratar bodas, qué es lo que te atrae de las novias?

En realidad no fotografío bodas como un fotógrafo social, aunque sí he tomado fotos en muchas bodas. Mis proyectos giran en torno a mi trabajo, y hasta la fecha sigo asistiendo a bodas para realizar un proyecto. Los momentos que a mi me interesan fotografiar siempre van en contra de lo que un fotógrafo de bodas tal vez llamaría lo “ideal". El proyecto “Las novias más hermosas de Baja California” sólo incluye a dos novias, de hecho utilice el nombre de “novia” para representar a la mujer en todas sus edades y todos sus momentos; más allá del día de la boda.

Después de tu convivencia con ellos, ¿cómo defines a la familia Hank Rhon?

Cuando iba a los eventos de la familia estríctamente como fotógrafa y me encontraba en situaciones diversas con la familia, solía mantener una distancia, para apartir de ahí trabajar. Lo que pude convivir con ellos me di cuenta que son un grupo unido con lazos familiares y de amistad fuertes. Todos los integrantes de la familia, a pesar de que son figuras públicas, me recibieron y me permitieron trabajar a mi ritmo, sin exigir nada a cambio. Son personas generosas y educadas.


¿Qué piensas de un partido como el PRI en la actualidad?

Ha cambiado tanto el partido, como la percepción que tenemos de ellos. En el pasado los identificábamos como la única corrupción, pero después de tener a otro en el mando, creo que nos ha hecho ver las cosas distinto.

"La vida precoz y breve de Sabina Rivas"


Una película que toca el tema emergente de la migración.


Nancy Zamora


Abordar el tren para cruzar la frontera con México y llegar al vecino país del norte es un problema al que se enfrentan miles de migrantes hondureños. Sabina (Greisy Mena) y Jovany (Fernando Moreno), dos jóvenes hondureños que se reencuentran casualmente en la frontera México-Guatemala después de algunos años sin verse; viven una historia de amor en un escenario de situaciones reales y cotidianas, donde el amor y la lealtad son puestas a prueba, en el contexto del fenómeno de la migración.


“La vida precoz y breve de Sabina Rivas” es un filme inspirado en la novela “La Mara” del escritor Rafael Ramírez Heredia, autor de más de 40 libros en los que se caracteriza por experimentar una literatura a flor de piel, haciendo una crítica social que desentraña la condición humana y los vicios de la sociedad.

“La Mara” se ha convertido en un libro de culto que ha llegado a su decima edición y lleva más de 300 mil ejemplares vendidos. La historia cuenta la esperanza del sueño americano” y el infierno por el que pasan miles de migrantes en la frontera sur mexicana, como es el caso de los cerca de 18 mil centroamericanos que ha reportado el Instituto Nacional de Migración (INM) en los últimos años.


“Es una historia que explica la realidad de la migración en la frontera sur de México, refleja las circunstancias de la geografía como destino y espejo de su tiempo”, comenta el periodista Abraham Zabludovsky, quien después de una larga trayectoria como periodista en televisión, radio y medios impresos, incursiona en el cine como productor de esta película dirigida por el cineasta Luis Mandoki.

Mandoki asegura que la película tiene que reflejar la historia real del libro y el contexto del guión. “Es una historia donde la esperanza se enfrenta a la injusticia. Sabina representa la esperanza”, explica.


Luis Mandoki es un reconocido cineasta mexicano cuya filmografía integra películas como “Cuando un hombre ama a una mujer” (1994), “Mensaje en una botella” (1999); Voces inocentes” (2004) y el documental “Fraude Electoral 2006” (2007), entre otros.

El guión fue adaptado por la uruguaya Diana Cardozo Benia, directora y guionista quien además ejerció el periodismo durante 14 años. “Diana le da claridad y tensión dramática a un texto notable por su complejidad, con multiplicidad de puntos de vista y rupturas en el tiempo”, dice Mandoki.

Los personajes pasan por situaciones de riesgo y de dolor. Sabina pretende llegar a los Estados Unidos porque sueña con ser una gran cantante; sin tener a donde ir termina en un burdel, donde es víctima de violaciones. De acuerdo con especialistas las hondureñas sufren mayores riesgos y son más vulnerables al secuestro. Jovany tampoco queda exento de riesgos, ya que se integra a la Mara Salvatrucha. Las vidas de ambos se intersectan en el panorama fronterizo, ante los factores de poder y las condiciones más adversas.


Después de tres años de preparación exhaustiva inicia el rodaje de la película “La vida precoz y breve de Sabina Rivas” que presupuesta 60 millones de pesos y tendrá 10 semanas de filmación.

El rodaje se realizará en locaciones de Chiapas, Veracruz y el Distrito Federal y conforma un multireparto internacional encabezado por el actor mexicano Joaquín Cosío (El Burrona), acompañado en los papeles protagónicos por dos jóvenes estrellas de Venezuela, Greisy Mena (Sabina) y Fernando Moreno (Jovany), además se unen al reparto Adriana Barraza, actriz nominada al Oscar y Mario Zaragoza dos veces ganador del Ariel por Mejor Actor.


diciembre 20, 2010

Melodías citadinas

Nancy Zamora

Un sonsonete de claxonazos, pitazos y sirenas asaltan el sosiego de la ciudad. El zumbido de la vida cotidiana enmudece la música de nuestras calles. Merengueros, globeros, danzantes, que antes se les escuchaba rezar la melodía de sus oficios por el Centro Histórico, son sustituidos por la estridencia de un grupo de rock que se oye a lo lejos, o los tambores que intimidan el silencio con alegres batucadas. Multitud de sonidos al unísono crean un jam session en el ambiente.

Ante tal fusión de acordes improvisados, una apacible melodía destaca tímidamente y apenas se distingue entre tanto bullicio. Forma parte del paisaje sonoro y roba la atención de uno que otro transeúnte. Las notas provienen de un pesado y viejo cilindro de madera. Don Edgar lo sostiene con el pecho, extiende su brazo izquierdo con la cachucha en la mano para pedir una moneda, y con el derecho gira el manubrio a un costado del instrumento con la cadencia precisa para hacer sonar el tema de La barca.

Don Edgar viste de pantalón y camisa beige. El uniforme que desde hace dos años comenzó a usar cuando decidió ser organillero. “Antes trabajaba en una fábrica, pero me despidieron. Mi vecino, que toca el organillo atrás de la Catedral, me invitó a este oficio" me comenta. "Al inicio no estaba convencido de entrarle, creía que los organilleros eran gente floja, que no trabajaban y que sólo estiraban la mano para pedir dinero, ahora me doy cuenta de que es un bonito oficio y que me gusta, apesar de que ganamos poco y trabajamos mucho, doce horas diarias, de lunes a sábado".

Con el semblante duro me confiesa que más de una vez se ha sentido humillado. “Diario pasa gente grosera que en lugar de cooperar me grita: "ya ponte atrabajar, ya te di dinero, ya cambia el tema, diario tocas el mismo". No es un oficio sencillo comenta, "pero tiene sus recompensas". Me explica que aunque el organillo es un instrumento de origen inglés que data del siglo XIX, en nuestro país se acostumbra tocar temas de la música popular mexicana.“El que yo rento es sencillo, sólo toca La barca, Amor de dos, La cucaracha, El vals de María Elena, La Bikina, Mi viejo, Canción mixteca y Las Mañanitas”.

Don Edgar trabaja afuera de la iglesia de San Francisco sobre la calle de Madero, lugar donde se planta desde las nueve de la mañana y asegura que nadie lo mueve de ahí porque tiene el permiso de la delegación. No lo hace solo. Otros dos organilleros, con los que se turna para trabajar por hora con el mismo instrumento, extienden su cachucha repitiendo: “damita, caballero ¿gusta cooperar para que no se pierda la tradición?”, mientras que el hombre de 58 años me confiesa que cada uno tiene que pagar 80 pesos diarios para alquilar el aerófono, mismo que recogen y entregan en el Callejón de Lazarín del Toro, ubicado en la calle de Perú en el Centro Histórico.

Una vez entrados en confianza, don Edgar me cuenta que al día generalmente se lleva 200 pesos. “Cuando gano 300 es porque me va muy bien”. Bromeando, expresa que sus mujeres e hijos, que tiene regados por todas partes, ya están acostumbrados con lo poco que gana. “No es verdad, no se crea, sólo mantengo una familia".

De noche y agotados, los tres organilleros se turnan para cargar el instrumento de poco más de 30 kilos y regresarlo a la bodega de alquiler.

Don Edgar es uno de los 60 organilleros situados en el Centro Histórico. “Este es mi trabajo y lo cuido, porque sé que a esto me dedicaré siempre".

Asegura que por el dinero no se preocupa porque, "al fin y al cabo en esta vida para todos hay ¿no cree?”.

Al final de la charla le dejé unas monedas. Mirando su cachucha me dice sonriente "gracias, pero ¿si mejor me deja su teléfono?".

noviembre 22, 2010

Lugar de Mariposas

Por César Martínez

“La vida no es lo que uno vivió
sino lo que uno recuerda y
cómo la recuerda para contarla”

Gabriel García Márquez
en Vivir para contarla

Los ancianos de San Miguel Papalutla, en Oaxaca, rondan los noventa años de edad. Este pueblo, casi fantasma, revive cada año con la festividad del segundo viernes de cuaresma. En el año 2009 tuve la oportunidad de charlar con los viejos –familiares míos la mayoría de ellos– y fui consciente de la memoria colectiva que está a punto de perderse, recuerdos que son el único archivo histórico que tiene este pueblo, y que bien podría reflejar el (sub)desarrollo de todo México.

Papalutla tiene problemas agrarios desde su concepción y apenas terminaron el 20 de noviembre de 2010. Está lleno de leyendas. La revolución pasó por este pueblo, dejando heridas que hasta nuestros días persisten. Cuenta con tradiciones coloridas. Su decadencia se debe, según los papalutecos, al soborno que otro pueblo, San Marcos Arteaga, hizo a funcionarios públicos, con lo que la la carretara federal que llega a Tonalá dejó de pasar por Papalutla.

Hoy en día, como he dicho, está a punto de perderse esa memoria colectiva. Los mismos paisanos han intentado, de forma aislada e infructífera, crearse una historia. La versión aceptada por la mayoría es la que escribió Juventino Cruz Torres en 1988: un texto de 23 páginas que cuenta con los sellos oficiales del pueblo y que se titula Historia general y pública de mi pueblo San Miguel Papalutla, Huaj. Oax. Aunque también hay memorias de Gilberto Cisneros Vélez (http://www.myspace.com/papalutla). Pero es tan fallido el intento que casi ninguno de mis contemporáneos saben que en este pueblo se dice que se escondió Vicente Guerrero durante la guerra de independencia; que la revolución zapatista saqueó Papalutla (y en lo personal que ahorcaron a mi tatarabuelo por no tener lista la barbacoa); que el General Lázaro Cárdenas del Río, ya en sus postrimerías, le resolvió a Papalutla algunos problemas de desarrollo.

Es por eso que este texto pretende recopilar las versiones de estos dos papalutecos, comparar las historias y resaltar aquellos puntos de coincidencia; pero también habrá que sumarle los relatos de otros paisanos, recuerdos sueltos de los que no hayan versiones que los contradigan. Comparar los datos con archivos históricos. Darles un contexto nacional.

De este modo se podrá dar una historia más uniforme a San Miguel Papalutla y rescatar la memoria colectiva para futuras generaciones. Además de comprobar que la historia de un pueblo aislado puede reflejar la historia de todo México: caciquismo, promesas incumplidas por parte de las autoridades, una pelea agraria que se prolongó hasta nuestros días, sobornos, corrupción, pobreza, pérdida de tierras de cultivo, subdesarrollo, pero también la fiesta por la fiesta, miles de pesos gastados en las liturgias anuales, migración.

LUGAR DE MARIPOSAS, SU FUNDACIÓN

Se estima que San Miguel Papalutla fue fundada entre 1830 y 1835, apenas diez años después de la firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano. Cuentan que los “primeros pobladores fueron originarios del pueblo de Santo Domingo Yolotepéc”, según una recopilación de los textos del señor Juventino, titulado San Miguel Papalutla 1905-2005. Estos primeros habitantes llegaron al paraje conocido por El Mezquite y luego se trasladaron a El Cuajilote, donde comenzaron a buscar agua dulce, encontrándola entre las barrancas de La Cañada y El Aguacate.

De este lugar nace el nombre del pueblo, cuenta don Juventino, pues “había mucho papaloquelite, o sea la planta alimenticia la cual conocemos” comúnmente por pápalo. Había además mucha mariposa. Por eso el nombre de Papalutla, “lugar de mariposas” en náhuatl, o mexicano, como le dicen a esta lengua los ancianos que la hablaron fluidamente y que hoy en día sólo les quedan recuerdos de algunas palabras asiladas.

La orientación topográfica de Papalutla quiero dejarla tal como la escribió en 1988 don Juventino:

Nuestro pueblo está vigilado por centinelas naturales y eternos, como son: por el oriente, o sea por donde sale nuestro Rey Sol, se encuentra el Cerro Colorado, por el poniente la Loma del Conejo y la Loma del Águila, por el norte se hallan el Cerro de la Cruz y la Loma del Abrojo, y por el sur se encuentran dos cerros históricos: el Cerro de la Calavera […] (y) el Cerro de la Campana.

En el primero de estos cerros, el de La Calavera, es donde acampó el general Vicente Guerrero en tiempos de la independencia, pues dicen los papalutecos que era conocido como el Cerro Papalotla. Esta idea no suena tan lejana de la realidad, pues he encontrado la versión digitalizada del libro Resumenhistórico de la Revolución de los Estados Unidos Mejicanos (http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012736/1080012736_26.pdf), escrito por Pablo de Mendibil en 1828, donde se cuenta cómo Vicente Guerrero anduvo por Oaxaca, por la zona de la Mixteca, donde está Papalutla, y que “Guerrero contramarchó entonces por la orilla del río de Tecachi hasta el cerro de Papalotla, donde campó desentendiéndose de Rosainz”.

En el Cerro de la Campana, han encontrado vasijas, instrumentos de música y una campana. Objetos que se cree pertenecieron a un poblado que desapareció, quedando sólo las ruinas de sus casas, y de cuyos habitantes no se tiene memoria, ni por los papalutecos, ni por ningún habitante de otro poblado vecino. Sin embargo dicen que se fueron porque animales salvajes mataban a muchas personas. Pueblo Viejo, es el nombre con el que se le conoce a estas ruinas. Y cuentan que en la cúspide del Cerro de la Campana está la Cueva del Ladrón, donde se encuentra escondida esta campana, la cual, si se presta atención, en los días de Semana Santa se puede oír sonar.

Continuando con la fundación de Papalutla, se dice que fueron las familias Cisneros, Rosales, Olivera y Arias las que, ya asentadas, decidieron fijar por nombre el de San Miguel Papalutla, para sí estar acorde con la religión católica.

Desde entonces hay conflictos agrarios, pues primeramente se asentaron en tierras pertenecientes a Santo Domingo Yolotepéc, hasta que en 1894 el Ayuntamiento de Huajuapan de León le otorgó las escrituras que acredita a la comunidad como legítimos propietarios de sus tierras. Sin embargo, Huajuapan le impuso a Papalutla una cooperación anual que se terminó hasta 1949. Por su parte y cinco años antes, en 1944, Santo Domingo Yolotepéc pretendió recuperar esas tierras, con lo cual se inició un conflicto en el entonces Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, hoy Reforma Agraria, mismo que terminó hasta el 29 de septiembre de 1969, con la resolución del presidente Gustavo Díaz Ordaz a favor de Papalutla.

En 1927 Papalutla compró el paraje Encinos Largos “a los caciques de Santo Domingo Tonalá, llamados Marcos Moya y Librado Ríos […], por lo que es muy necesario dar a conocer a nuestra juventud que nuestra legítima jurisdicción consta de 3’947 hectáreas”, según los escritos de don Juventino.

Pero ahí no termina el conflicto agrario. Con la compra de Encinos Largos algunos papalutecos se separaron del pueblo para instalarse en las orillas, pero aun en tierras comunales de Papalutla. Ellos son conocidos hoy en día como Cerro de Agua, y desde su separación no aportaron ni sus servicios a la comunidad ni las cooperaciones para el pueblo, por lo que en la resolución presidencial del 69 no aparecen como beneficiarios de las tierras entregadas a Papalutla, los cual molestó sobremanera.

Decidieron impugnar la resolución en el 70. Desde ahí comenzó un conflicto que terminó a finales de 2010.

EL SOBORNO Y LA DECADENCIA

Por otro lado, se puede decir que la decadencia de Papalutla se dio en un acto de soborno.

Los papalutecos, en 1942, construyeron a fuerza de pico y pala una calle de 9 kilómetros, rasgando la falda de los cerros hasta el paraje Encinos Largos. Esto con la ilusión de que por ahí pasara la carretera hacía Tonalá, pero cuentan los ancianos que el poblado de San Marcos Arteaga sobornó a las autoridades para que cambiaran el proyecto original, que contemplaba comunicar a Papalutla, para que mejor pasara por San Marcos.

Hoy en día San Marcos es una colorida población que creció a orillas de la autopista federal, mientras que para llegar a Papalutla hay que recorrer por media hora un reptante camino de terracería que bordea un barranco.

EL SEÑOR DEL DIVINO CONSUELO

Otra fecha histórica para los pobladores de San Miguel Papalutla es el 30 de enero de 1905, fecha en la que se recibió “la efigie del Cristo crucificado en el paraje denominado Cerro Colorado”.

A la figura se le conoce como el Señor del Divino Consuelo. Fue comprado por la llamada Sociedad Agrícola, que ante el gobierno representaba a los terrenos de Papalutla.

Cuenta don Juventino que la madera con la que se construyó la cruz en la que yace crucificado este Cristo “fue sacada de una de las cañadas del paraje Portezuelo Hondo, y extraído del árbol que llamamos Ocote”.

La figura fue esculpida por el artista Guadalupe Pastrana, oriundo del poblado Chila de las Flores, en Puebla.

Durante 31 años celebraron cada aniversarios del Divino Consuelo el 30 de enero, hasta que en 1936, con la modernización de la iglesia, las autoridades eclesiásticas determinaros que ese festejo debía darse dentro de la cuaresma fijando así el segundo viernes de cuaresma como fecha litúrgica para venerar la imagen.

Año con año, la festividad revive al pueblo, mismo que actualmente consta con aproximadamente 90 habitantes, pero en cuaresma llegan a más de 450 personas. En esta fiesta el ambiente es muy relajado, pues el 80% de las personas seguramente son parientes de sangre, 10% familiares políticos y el resto amigos y vecinos de los poblados cercanos.

Entonces el pueblo es adornado con flores desde el miércoles, porque desde entonces comienza la fiesta. Para el mero viernes ya hubo jaripeo, baile con música de viento, toritos de lumbre y mucha cerveza. Luego sacan de la iglesia al Señor del Divino Consuelo, una cuarteta de hombres lo cargan en los hombros mientras recorre la única calle principal del pueblo. Las demás personas esperan a los extremos del camino, rezando. La efigie recorre lenta y solemnemente Papalutla y termina en la iglesia, donde permanecerá hasta el próximo año.

Los ancianos dicen que en épocas de la revolución el Señor del Divino Consuelo sudaba como si estuviera vivo.

La fiesta sigue hasta el domingo, y es en este contexto donde siempre se escuchan leyendas, anécdotas y explicaciones. Animadas por el gusto de verse, las familias se reúnen y comienzan a contar.

LAS NUPCIAS

Mis abuelas, paterna y materna, cuentan cómo se casaron:

La fiesta era para todo el pueblo. Y el novio debía regalar no un vestido de novia, ni dos, sino todos los que pudiera comprar, porque era una forma de medir la importancia de las nupcias.

“Cada vestido valía una fortuna”, dicen mis abuelas sin poder medirlo en pesos actuales, y sólo refieren que con cinco mil pesos de ese entonces ya tenías solucionada tu vida.

Durante la boda, las señoras hacían una especie de pasarela de modas, porque se cambiaban y lucían cada uno de los vestidos regalados por el novio. Pregunto entonces cuántos vestidos le dio mi abuelo Damián, Lola sólo sonríe.

También me hablan de la revolución. Amalia cuenta que cuando los veían venir, las mujeres eran escondidas en cuevas para evitar que los zapatistas se las llevaran o las violaran. Aunque recuerda que su prima fue tomada. El padre de esta mujer quiso rescatarla pero fue encañonado, ante lo cual su hija le dio que no se preocupara, que ella se iba con la revolución y volvería cuando terminase. Nunca regresó.

Además recuerda que cuando se enteraron que los zapatistas se llevaban las campanas de las iglesias para forjar las balas de cañón escondieron las de Papalutla.

Por su parte, Lola recuerda que los rebeldes le encargaron a su abuelo un chivo en barbacoa para la mañana del siguiente día. Cuando regresaron y encontraron el horno aun cerrado y los platos vacíos, decidieron ahorcar a mi tatarabuelo.

Historias como estas son las que dan vida al pueblo. Aquí hay narradores innatos, contadores de historias que si de literatura se tratase los clasificaría en el realismo mágico. Subí al cerro del Abrojo, y en el camino un pastor viejo y casi ciego me interceptó. Guiaba a las cabras con ayuda de unos perros. Me reconoció cuando le dije que era el hijo de César Martínez. Entonces me contó qué él siempre ha estimado mucho a mi padre, que una vez, cuando César estaba borracho, alguien le iba a pegar por la espalda, inmediatamente él brincó y derribó al agresor antes de que diera con la nuca de mi padre.

No es por presumir –dijo– pero en mi familia somos muy fuertes; mi padre podía levantar a dos hombres, uno en cada mano, así, y luego ¡plaf!, aventarlos sin ningún esfuerzo, como si fueran muñecos de trapo. Añadió una carcajada de emoción.

Narraciones e historias hermosas que en voz de los propios ancianos toman un significado más importante, más a licor añejo. Ver sus ademanes vigorosos como sus recuerdos, pero con la tierna torpeza del anciano, es muy emotivo.

Poder reconstruir la historia de un pueblo a través, principalmente, de la memoria de sus ancianos no es una empresa fácil, pero seguro debe valer la pena.

noviembre 16, 2010

Boom de la literatura del narco

Por César Martínez

En México la violencia, o al menos la percepción de la misa, ha incrementado desde que Calderón lanzó su “guerra” contra el narcotráfico el 7 de diciembre de 2006, tan sólo unos días luego de su investidura como titular del Poder Ejecutivo federal.

Tan sólo en 2010 se contabilizan más de 10 mil muertos a causa de la “narcoviolencia”, según el Ejecutómetro que realiza el periódico Reforma. A esta cifra, que no fue desmentida por el Gobierno de México, hay que agregarle los 22 mil muertos (desde el inicio del mandato de Calderón) que el Secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, reportó el 12 de abril de 2009 a la Cámara de Diputados en un informe confidencial que fue filtrado a los medios de comunicación.

Además, durante el actual sexenio, Ciudad Juárez, en Chihuahua, se reafirmó como la región más peligrosa del mundo con una taza de 101 homicidios por cada cien mil habitantes, reportado en enero en el Informe del estado de la seguridad pública en México, de la Secretaría de Seguridad Pública. Y es la segunda nación más peligrosa para ejercer el periodismo, apenas después de Irak; pero la número uno si se habla de naciones que no están en guerra con otros países.

Por eso no es de extrañar que el narcotráfico haya permeando nuestro tejido social. A casi todo se le ha añadió el prefijo narco: narcocorrido, narcopolítico, narcoabogado, narcocultura, narcoliteratura. Lo narco está por todos lados.

Música: con los corridos de grupos como Los Canelos de Durango, que componen sus loas a capos de lo que ven y no sólo de lo que escuchan, según se lee en el libro de Diego Osorno El cártel de Sinaloa. En la moda: donde botas de piel de avestruz, camisas de Versace, sombrero, jeans de mezclilla y cinturones con grandes hebilla son todo un código de identificación más que una simple forma de vestir. La religión no se escapa, desde un santo católico como lo es San Judas Tadeo hasta la veneración a la pagana Santa Muerte, pasando por el bandido milagroso Malverde, son algunas de las figuras a las que no pocos narcotraficantes se encomiendan, pero los más exóticos llegan a prácticas santeras de verdadero horror, como la que relata Sergio González Rodríguez en El hombre sin cabeza: “fumarse el muerto”, que consta en mezclar la ceniza del recién incinerado con polvo de cocaína e inhalar fuerte.

En un nivel más periférico, es decir donde ya no es precisamente el narcotraficante quien realiza los actos, el tema es abordado en obras de teatro, como Sicario (2009), dirigido por Felipe Fernández del Paso y con Emiliano Salinas, hijo del ex presidente de México, como productor asociado; en exposiciones artísticas, como la de Rosa María Robles, en Sinaloa, titulada Alfombra Roja (2008), en la cual los visitantes caminaban sobre mantas llenas de sangre que cobijaron cadáveres de personas asesinadas por narcotraficantes, sangre real que trataba de hacer la analogía con las alfombras rojas por las que caminan las grandes estrellas de Hoolywood; y en la literatura, con Malasuerte en Tijuana, de Hilario Peña, Corazón de Kaláshnikov de Páez Varela o Entre Perros de Alejandro Almazán, éstos dos últimos, periodistas; los tres libros publicados en 2009. Estos por hablar de libros meramente literarios, porque de enlistar los que son de investigación sobre el mismo tema tendríamos que agregar otros pares de títulos para ese mismo año.

Y es que en los medios de comunicación el narcotráfico fue apareciendo como una fuente más. Y en las redacciones se fue creando la figura del periodista especializado en el tema. Si Tal reportero cubre el Congreso y Cual las actividades del Presidente, hoy se puede hablar que Ricardo Ravelo, Alejandro Almazán, entre otros, cubren el narcotráfico.

Pero es una fuente peligrosa. Si se habla de más, si se hace quedar mal a un grupo y en general si no se respetan ciertos cánones del narco, la vida del reportero corre peligro.

“Cuando sabes de más te arriesgas a que te maten, por eso, por saber de más. También te arriesgas si te quieres meter a saber. Te puedes dar cuenta de muchas cosas, pero no debes ni comentarlas, ni decirlas, ni preguntar”, explica Sandra Dávila, en La Reina del Pacífico, a Julio Scherer.

Por ello, algunos periodistas se han refugiado en la literatura para exorcizar las historias que no pueden aparecen en las planas de los periódicos, pues a veces se les da demasiada importancia a los diarios y se piensa que todo lo que en ellos aparecer es verídico. Pero en una novela, en un cuento eso no pasa, “hay más libertad”, dijo Alejandro Almazán en entrevista radiofónica sobre su libro. En la literatura quien escribe puede contar la realidad, modificar nombres y hasta rasgos, y no habrá esa presunción de realidad de la que se ufanan los diarios.

Pero también han abordado el tema escritores de profesión, como Elmer Mendoza o Carlos Fuentes, con su libro La voluntad y la fortuna, que inicia: “Soy la cabeza cortada número mil en lo que va del año en México.”

En su caso, Hilario Peña no es periodista ni escritor, sino capataz en una maquiladora de capital asiático, según se reseña en la solapa del libro que publicó bajo el sello de Literatura Mondadori.

Curiosamente la mayoría de estos escritores y periodistas son del norte: Elmer de Culiacán; Paez Varela de Ciudad Juárez, Hilario Peña de Mazatlán aunque vive en Tijuana; Diego Osorno de Monterrey.

Las expresiones artísticas, y en particular la literatura es un reflejo de lo que acontece en la sociedad. Al hablar sobre su novela durante una entrevista para Milenio, Alejandro Almazán dice que es “narco puro, violencia letal, la historia, pues, contemporánea de este México”. Ahí está. Analizar quién está escribiendo estos libros, qué se cuenta en ellos, cuáles son los lugares en común, cuáles son las intenciones de quienes escriben y quiénes leen esta literatura y qué les deja, ofrecerá una radiografía que no se plasma en celuloide sino en letras. Un fenómeno que bien se podría llamar el boom de la narcoliteratura. Una fotostática de lo que en algunos países llaman Narcoméxico.

octubre 25, 2010

Retraso de un año en obras viales de Periférico Oriente

Por César Martínez

Al oriente de la Ciudad de México, sobre el tramo de Anillo Periférico llamado Calle 7, existen dos obras viales inconclusas que afectan a comerciantes, transportistas y a miles de ciudadanos que a diario cruzan del Estado de México al Distrito Federal y viceversa.

El distribuidor vial de Calle 7 y Avenida Chimalhuacán, que comunicará a la delegación Venustiano Carranza y el municipio de Nezahualcóyotl, tendría que haber estado terminado el 22 de julio de 2009, según el proyecto original.

Sin embargo, actualmente sólo se han montado las estructuras metálicas de los primeros metros de las rampas que tendrá el distribuidor sobre Periférico, Chimalhuacán y Avenida Río Churubusco, según se pudo observar es un recorrido por la zona.

Desde que se inició esta obra a finales de 2008 se redujeron los carriles en Calle 7, dejando en unos tramos sólo un carril libre para cada sentido de la circulación.

Comerciantes de la Avenida Chimalhuacán, la cual se encuentra cerrada a la circulación en su cruce con Periférico, piden que del Fondo Metropolitano les den ayuda económica para poder pagar la renta de los locales.

“De poco más de 50 comercios que éramos en la zona sólo quedamos unos 20”, aseguró Rafael Mendoza Ochoa, dueño de una refaccionaria y quien ha encabezado los reclamos de los vecinos ante distintas autoridades.

En el Palacio Municipal de Nezahualcóyotl, comentó Mendoza Ochoa, les dijeron que ese tipo de ayuda no le corresponde al municipio.

“Sólo vendo el 20% de lo que vendía hace año y medio”, relató Estela Recillas Munguía, dueña de una tienda de pinturas.

Ambos explicaron que los comercios que no han quebrado son los que tienen más de 20 años de antigüedad, lo que les permitió hacerse de una clientela que a pesar de las obras viales acuden a sus negocios.

La licitación de este distribuidor vial fue ganada por la constructora Proyectos y Desarrollos de Infraestructura, la cual informa en su página de internet que fue creada en 2007 para consolidar una alianza con la empresa Gutsa.

En julio de ese mismo año el diputado perredista Humberto Zazueta Aguilar solicitó ante el pleno de San Lázaro la suspensión de permiso de construcción de Gutsa, acusándola de irregularidades en algunas construcciones en las que había participado.

A siete cuadras de la Avenida Chimalhuacán se construye el distribuidor vial de Pantitlán, que inició obras el 26 de enero de 2009, dos meses de retraso respecto al contrato firmado en noviembre de 2008.

Aunque la obra tendría que haber estado lista el 19 de septiembre, según el proyecto original, actualmente al menos uno de los sentidos de la circulación del puente ya está en servicio.

Carlos Ponce, ingeniero de Grupo Collado que está a cargo del ensamble de las estructuras metálicas de los puentes, comentó que problemas con cables de alta tención y con ductos de agua retrasaron medio año las obras.

“Si no, sí hubiéramos terminado en tiempo”, aseguró.

Esta es una zona muy transitada, por ella circulan autobuses, microbuses y combis de las rutas 1, 9, 11, 22, 39, 47, 101, 102 y 103, además del RTP que recorre de Perisur hasta la Alameda Oriente del Bordo de Xochiaca.

Taxistas del lugar aseguran que antes se tardaban 10 minutos en cruzar Periférico, pero ahora a veces se llevan media hora o más.

En las calles aledañas a estas vialidades los vecinos han bloqueado el acceso a automóviles con cadenas o tambos rellenos de cemento.

Y en algunos casos piden dinero a los trabajadores del servicio público para dejarles cruzar por esas calles.

octubre 08, 2010

Vargas Llosa, el pez que regresó al agua



Israel Füguemann / Cronic-arte
07 de octubre de 2010
Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias.
por: Füguemann

Sólo la derrota que sufrió en las elecciones por la presidencia de su país (Perú), fue capaz de hacer entender a Mario Vargas Llosa (Arequipa 1934) que “el genio artístico o literario, no es, en ningún caso, garantía de lucidez política”.  El mundo lo necesitaba  más en las letras que en el gobierno, porque ahí tan sólo era “un pez fuera del agua” como lo relató en sus memorias un año después de su desafortunado descalabro.

Hoy a 20 años de haber perdido lo que en ese entonces aparentaba ser un sencillo triunfo ante Alberto Fujimori, un ingeniero agrónomo desconocido por muchos hasta entonces, Mario  Vargas Llosa llega al pináculo de su carrera al recibir el Premio Nobel de Literatura 2010 tras 47 años de la publicación de su primera novela La ciudad y los perros.

El hombre serio y de convicciones fuertes que a lo largo de su vida nunca temió afrontar las consecuencias de su ideología política, contraria al honor intelectual que la izquierda ofreció a muchos otros autores de su generación, se convierte en el sexto escritor latinoamericano en recibir este galardón, que sólo habían podido alcanzar figuras Gabriela Mistral (Chile), Miguel Ángel Asturias (Guatemala), Pablo Neruda (Chile), Gabriel García Márquez (Colombia) y Octavio Paz (México).

Vargas Llosa que alguna vez llamó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la dictadura perfecta, ha sido siempre un personaje polémico. Criticado por muchos y admirado por más, el autor de ensayos como “Desafíos a la libertad” (1994) aceptó en su momento debatir con el presidente venezolano Hugo Chávez al cual calificó de “dictador” como Fidel Castro, con el que en 1971 rompió relaciones luego de la detención del poeta Heberto Padilla y su esposa acusados de “actividades subversivas” contra el gobierno castrista.

Este carácter inamovible que lo ha caracterizado siempre, trató de desnudar a través de sus letras y libros el régimen corrupto del cual no sólo ha sido presa su natal Perú, sino la mayoría de los países Latinoamericanos. El reconocimiento lo ganó por la crudeza con que  retrata de los regímenes y sistemas políticos, que le valió, convertirse en el peruano más reconocido a nivel mundial y,  encabezar junto con un puñado escritores como Julio Cortazar, Carlos Fuentes entre otros, una de las glorias literarias más grande de éste continente, el llamado “Boom Latinoamericano”.

En los años que Vargas Llosa pasó de ser tan sólo un orador político en contra de la nacionalización de la banca peruana, durante el primer gobierno del actual presidente peruano Alan García, a convertirse en el candidato oficial del El Frente Democrático (FREDEMO) que agrupo varias corriente cristianas y de derecha; su nación había sufrido años atrás, el dolor y el derramamiento de sangre que la guerra entre el movimiento terrorista Sendero Luminoso y el estado peruano habían ocasionado tan sólo una década atrás un saldo de 70 mil muertos.

Perú fue en algún momento semillero ideológico de muchas de las corrientes más radicales de la izquierda cuando Vargas Llosa era periodista. Años después estas escuelas de pensamiento se convirtieron en el nutriente de guerrillas urbanas. Una de sus novelas más célebres “La guerra del fin del mundo” (1981) nació de la fascinación que Vargas Llosa  siempre ha demostrado a lo largo de su vida por el fanatismo, la complejidad y el peligro de lo que el denomina, “el impulso totalizador” del fanático, contra los cuales ha tenido que luchar, aunque sea de manera interna.

Vargas Llosa se sabe peruano pero se reconoce de vocación cosmopolita, se presume apátrida, y detesta el nacionalismo. El arequipeño ama intensamente su tierra, en especial la amazonía, aquella zona selvática de hartos bochornos y colores que nace al oriente de la cordillera de los andes.
 Su primer viaje a esta zona que ocupa 60% del total del territorio peruano, lo realizó a los 22 años de edad, a partir de esa  fecha el frondoso verde del Amazonas ha sido y es, la fuente más rica de material imaginativo de varias de sus novelas. Allí nació “Pantaleón y sus visitadoras”, obra que hace algunos años fue llevada a la pantalla cinematográfica; también es la cuna de “La casa verde” y “El hablador” novelas que forman parte de los 19 títulos de ficción que Vargas Llosa ha colocado exitosamente  en la mente de los lectores alrededor del mundo.

Traducido a más de 30 lenguas diferentes y galardonado con tantos premios, como libros tiene en su haber, entre ellos  el periodista, escritor , político y hoy profesor de filosofía de la escritura Princeton (Nueva Jersey) no esperaba ganar el Nobel, porque pensó que su figura había quedado en el olvido. Lo que quizás él olvido fue que,  “La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar”.